EEUU está preparando una nueva ley, la Dodd-Frank Wall Street Reform and Consumer Protection Act, que aumentará significativamente el control sobre minerales que puedan proceder de zonas con conflictos armados. Minerales como el oro, el tántalo o el tungsteno vienen muchas veces de países como República Democrática del Congo, donde las guerras internas se financian gracias al control que hacen las diferentes facciones de las minas de estos materiales.
Las consecuencias para la población son terribles. Ya he hablado anteriormente sobre este tema. El magnífico teléfono que tenemos en el bolsillo requiere algunos minerales que sólo se encuentran en zonas en guerra, y el dinero que pagamos por él ayuda a perpetuar el horror. Una ley que consiga eliminar esta lacra merece mi aplauso.
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